[Algo de historiA]

"Anguiano aparece mencionado en el fuero de Nájera otorgado por el monarca navarro Sancho el Mayor con el nombre latinizado de “Anguidano”. En el año 1092 figura con su nombre actual en una escritura de concesión de comunidad de pastos otorgada por Alfonso VI al monasterio de Valvanera. Dicha comunidad comprendía las villas de Tobía, Matute y Villanueva. Esta última, hoy desaparecida, perteneció al monasterio de Valvanera y luego pasó a ser una granja de Anguiano. Por sentencia de la Real Chancillería de Valladolid del año 1502, la villa pasó a pertenecer al monasterio de Valvanera que disputó y ganó su posesión a Juan de Leiva, capitán de sus Altezas, y Pero Manrique, señor de Ezcaray. La sentencia fue confirmada el 28 de abril de 1506.

Hasta la creación de la provincia de Logroño por Real Decreto de 30 de noviembre de 1833 y su posterior división en nueve partidos judiciales (1834), Anguiano fue villa realenga del partido de Santo Domingo de la Calzada en la provincia de Burgos. La población, dedicada tradicionalmente a las actividades agrícolas y, sobre todo, ganaderas por la abundancia de pastos, trabajó también en las industrias de paños y bayetas cuya existencia refiere Govantes para mediados del siglo XIX. Los censos demográficos, desde el siglo XVI hasta la actualidad, demuestran un descenso progresivo de la población. En las adiciones al censo de la población de Castilla del siglo XVI, Anguiano está empadronada en la tierra de Briones con 385 vecinos, alrededor de 1925 habitantes. En el censo de 1840 se recuentan 314 vecinos, unos 1386 habitantes y, en la actualidad, la población anguianeja no alcanza los seiscientos".

Texto de: http://usuarios.lycos.es/anguiano_/

 
 
[ De Anguiano sorprenden: ]
  • los montes, por su belleza y variada vegetación.
  • el río Najerilla, que aporta frescura y riqueza natural.
  • su puente, como monumento característico del pueblo.
  • sus iglesias, con riqueza ornamental y arquitectónica.
  • sus casas blasonadas, como recuerdo de su pasado.
  • su ermita de la Magdalena, con su fuente intermitente.
  • su   DANZA DE LOS ZANCOS, que acaba siendo el mayor signo de identidad del propio pueblo.